La FAO declaró 2014 como el AÑO INTERNACIONAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR, con el objetivo de reposicionar la agricultura familiar en el centro de las políticas agrícolas, ambientales y sociales.
La agricultura familiar, promueve la recuperación de la tierra, el uso de modelos responsables con el ambiente y la reducción de emisiones de carbono (utilizando prácticas más sostenibles).
En México, existen 4.3 millones de unidades de producción con este esquema el cuál permite a los pequeños agricultores seguir viviendo en el campo mientras conservan su cultura y su modo de vida. Para mantener un buen nivel de producción bajo este régimen, los campesinos han diversificado sus ingresos, invirtiendo remesas y otros ingresos extra agrícolas. Además, pueden incrementar su producción si tienen a su alcance precios justos pero sobre todo financiamiento con tasas bajas de interés que les permitan adquirir insumos para poder ser competitivos. En este tipo de esquema se facilita la obtención de maquinaria y herramienta de forma conjunta.
